El Valle del Genal es lo que demuestra que la provincia de Málaga guarda maravillas que nada tienen que ver con el sol y la playa. Aquí podemos olvidarnos de lo que es la civilización ajetreada que estamos acostumbrados. Ver parajes naturales impresionantes. Respirar aire puro. Y descansar. Eso es lo que encontramos en una de las zonas que quizá no tiene la fama que merece: el Valle del Genal en la provincia de Málaga. Este lugar, situado en plena Serranía de Ronda, nos ofrece cosas que no encontramos en otros puntos de la geografía. Podemos pasear por el campo en su terreno escarpado, observar el curso de los ríos que se buscan la vida para poder continuar, y en otoño los castaños lucen brillantes cargados de su fruto a la espera de ser recolectados. Por estos lares andurreaba Fray Leopoldo en su juventud, y aquí empezó su legado, el de Fray Leopoldo de Alpandeire. En estas tierras comenzó a predicar la fe cristiana y hoy en día aún su sombra es alargada. Cuando Fray Leopoldo fue ordenado fraile capuchino se trasladó a Granada donde se echaba a las calles para pedir limosna y entregarla a quienes necesitaban más que él. En un pequeño pueblecito de este valle está su cuna, Alpandeire.

Monumento que recuerda al fraile Fray Leopoldo de Alpandeire
Alpandeire está a unos 15 kilómetros al interior desde la salida de la carretera de Ronda. El camino es quebrado, con curvas, estrecho y en tramos no caben dos coches a la vez. Es el típico pueblo de la serranía y cuenta como atractivos la Iglesia de San Antonio de Padua y la Casa Natal de Fray Leopoldo, monumento declarado de interés histórico artístico. Alpandeire quizá refleje lo que es el Valle, pequeño pueblecito de poco más de 200 habitantes, con costumbres milenarias y con la agricultura como forma de vida. Por cierto que el pan, que se reparten a los pueblos de alrededor, deja mucho que desear, indigno para una zona rural así.
El Valle del Genal está a unos 15 kilómetros de Ronda y a 120 de Málaga, cuenta con muchos pueblecitos parecidos que cada uno guarda un encanto especial. Júzcar, Faraján, Igualeja, Cartajima, Genalguacil, Parauta, Algatocín… se encuentran entre montañas, a unos 700 metros de altitud. Estamos en un paraíso para los fotógrafos y para los senderistas.
Júzcar ha sido varios años el «pueblo Pitufo«, ya que la multinacional Sony Pictures lo eligió para promocionar la nueva saga de Los Pitufos. En esos años (2001-2017) todas las edificaciones estuvieron pintadas en azul, y en algunos rincones se podían ver figuras de pitufos. Desde Júzcar se puede tomar una carreterita hecha para valientes, ya que su estado no es el deseable, que termina en Pujerra. En este pueblo sitúan el nacimiento del carismático rey visigodo Wamba.

Entre tanto verde aparece un cerdo buscando castañas
La mejor manera de conocer y corretear la zona es desde una casa rural, el alojamiento perfecto para pasar unos días y recuperar la paz. Una casa rural te da cosas que no encuentras en otro tipo de alojamiento, no hay ruidos que no sean los propios de la naturaleza y hay paz. Lejos del mundanal ruido uno puede devolver a su sitio las constantes vitales. El silencio es casi inquietante, sólo se oye el viento, algún pajarillo o las gallinas que ponen unos auténticos huevos campestres. Y no decir de la fauna con la que puedes tropezar, vacas, cochinos, caballos… y lugareños. Es común en la población rural encontrarte con el anciano paseando o sentado en un banco con su boina y su bastón, por supuesto con su perro al lado. Y la señora, detrás de ese vestido negro y ese pañuelo en la cabeza anudado al cuello seguro que se esconde alguien que hace las berzas o prepara el lomo como nadie. Y cuando cae la noche, paradójicamente el silencio se oye más, y es más inquietante si cabe, y si te asomas a la ventana se ve la inmensidad de la oscuridad donde te puedes imaginar que las montañas cercanas las puedes tocar o están en el abismo. La noche cerrada te muestra que el campo no concede ni un minúsculo hilo de luz, no ha nada, porque si la luna no se ve y las estrellas están escondidas la oscuridad es máxima.
El río Genal, que da nombre al Valle tiene su nacimiento a la entrada del pueblo de Igualeja y está acondicionado para que los visitantes puedan contemplar cómo sale el agua del río desde una gruta.
Localización: El Valle del Genal se encuentra en la Serranía de Ronda a unos 120 kilómetros de Málaga. El camino más fácil para llegar es por la autovía hasta Marbella, desde San Pedro tomar la carretera de Ronda y subiendo unos 30 kilómetros a la izquierda están los carteles de los desvíos a los distintos pueblos.
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